Jugando a leer

Los niños ven a sus padres leer libros, diarios, revistas o mensajes de textos en sus teléfonos celulares y podemos preguntarnos cómo podrán jugar para incorporar esta realidad. Afortunadamente, ellos siempre nos han podido indicar qué juguetes les gustaría tener para poder aprender a leer jugando y ahora ya somos capaces de dárselos.

El juego es la actividad principal por la cual los niños van incorporando el mundo que los rodea y también les permite anticipar cómo les gustaría actuar en ese mundo. Pero para jugar necesitan la ayuda de los adultos o de otros niños mayores, ya sea para participar en sus juegos o para proveerles juguetes adecuados. Cuando un niño pequeño balbucea con su madre está jugando a hablar. Y aunque parezca que no diga nada... ya le está indicando a su madre que él  también puede hablar. Y se lo demuestra no sólo repitiendo fragmentos del lenguaje que él ha podido escuchar y capturar, sino también haciendo las pausas que en todo diálogo se da entre dos personas que conversan y que el niño también ha podido observar en sus padres. El niño entabla con su madre lo que los investigadores denominan una protoconversacion. Para un observador externo, este balbuceo parece no decir nada significativo. Sin embargo, es muy significativo para el niño y para la madre, ambos saben que "ya están conversando". Este juego (o protoconversacion) es ya un anticipo de lo que el niño hará en el futuro: hablar como lo hacen los adultos.

De la misma manera, los niños pueden jugar a leer para incorporar ese gran mundo simbólico que los rodea y que cada vez está más presente en el niño a través de las nuevas formas de comunicación que existen en la actualidad, que incluyen cada vez más al lenguaje escrito. Por ejemplo, en los conocidos "mensajes de texto". El niño se da cuenta que los adultos se comunican con textos que "hablan y dicen cosas". Entonces, ¿cómo podrá jugar el niño para poder incorporar este lenguaje escrito y aprender qué dicen los textos?, ¿cómo podrá el niño aprender a comunicarse con textos y saber qué dicen estos textos? Es decir, ¿cómo podrán aprender a leer los niños pequeños jugando con los textos? Nuevamente, aquí los niños necesitan de nuestra ayuda para que puedan jugar a leer. Y nuestra ayuda será poder alcanzarles a los niños textos para que puedan jugar con ellos. Pero no cualquier texto, sino un texto adecuado, un "juguete adecuado" para que ellos puedan "leer" con facilidad. Y los niños ya nos han indicado cuáles son esos textos que a ellos tanto les gustan. Los niños se sienten capaces de jugar con estos textos y sólo necesitan que nosotros podamos decirles qué dicen ahí. Esto es lo que hace el Silablado, permite que los niños puedan jugar a leer con una protolectura muy significativa para ellos (como cuando en los jardines de infantes en los que se ha utilizado el Silablado los niños salían contentos diciendo "ya sabemos leer", aunque solo hubieran "leído" un par de láminas silabladas). Así pues, el Silablado no solo es una aplicación práctica de los últimos conocimientos neurocientíficos, también le ofrece a los padres el juguete adecuado para que sus hijos puedan jugar a leer y puedan comenzar a incorporar ese mundo simbólico que le ofrecen los textos.