Los magos preguntan

Lic. Pablo Hernan Cueto

La preferencia por la novedad se puede utilizar para medir la sorpresa que nos causa el incumplimiento de nuestras expectativas y las de los bebés.

La preferencia por la novedad es un comportamiento biológicamente adaptativo y permite que un animal le preste más atención a un hecho novedoso de su ambiente, ya sea un nuevo peligro o un nuevo beneficio. Es la base de la curiosidad (ver artículo anterior).

Pero también llega un punto en que lo novedoso se vuelve habitual y ya no nos llama más la atención. Decimos entonces que nos hemos habituado a un determinado estímulo o evento. Si la atención que antes le prestábamos podía ser medida, por ejemplo, midiendo el tiempo que le dedicamos a mirar una vidriera, la habituación implica que este tiempo de mirada disminuye (por ejemplo, a menos de la mitad del tiempo que antes utilizábamos). Si un día pasamos frente a esta vidriera a la que estamos habituados y algo cambia, entonces el tiempo que le dedicamos a mirarla vuelve a tener sus valores iniciales, nos hemos “deshabituados”. En este caso, la preferencia por la novedad se manifiesta con una mirada preferencial por lo nuevo.

Si lo “imposible” se vuelve “posible” o viceversa, el evento resultará novedoso porque viola nuestras expectativas y por lo tanto nos llamará la atención.

Este mismo mecanismo psicológico se pone de manifiesto cuando observamos un truco de magia. ¿Por qué? Porque los objetos o personas que solían comportarse de una manera habitual ahora se comportan de una manera a la que estamos deshabituados. Aparecen y desaparecen sin continuidad en el espacio y en el tiempo de una manera “físicamente imposible”. Esto nos causa sorpresa y llama nuestra atención. Pero solo para quien estaba acostumbrado a que los objetos se comporten de cierta manera. Solo para quienes su conocimiento previo les indicaba qué es lo “posible” y qué es lo “imposible”. Si lo “imposible” se vuelve “posible” o viceversa, el evento resultará novedoso porque viola nuestras expectativas y por lo tanto nos llamará la atención.

Cuando en 1992 Wynn le hizo esta pregunta a los infantes de 5 meses de edad, sus hallazgos mostraron lo contrario. Los infantes se sorprendieron al ver un solo objeto detrás de la pantalla. Tal fue lo sorpresivo y novedoso de sus hallazgos que los resultados fueron publicados en la prestigiosa revista Nature con un sugestivo título: “Adición y substracción en infantes”. Y es que los infantes no solo podían sumar los dos o tres objetos que se agregaban sucesivamente y de a uno detrás de la pantalla, también podían restarlos cuando se los sacaba sucesivamente y podían predecir el resultado de estas aritméticas simples.

Como en la magia, lo que antes era imposible, esta vez se volvió posible. En los últimos años los nuevos hallazgos han comenzado a debilitar la teoría clásica y actualmente se sabe que los infantes poseen muchas más expectativas acerca de los objetos que lo que antes se creía.

Artículos relacionados

Preguntando a los bebés

Es mucho lo que se ha aprendido de los bebés al darles la oportunidad de contestar a nuestras preguntas en una forma más “amigable”.

La magia y los bebés

Al igual que los adultos, los bebés se sorprenden con la magia. Y esto ocurre porque lo que ven contradice sus conocimientos. Entonces, su sorpresa...

¿Querés adquirir nuestros libros?

SILABLADO

El Silablado es un método de enseñanza de la lectura, natural y temprano, diseñado para ser empleado con niños de edad preescolar.

PAGO Y ENVÍO

PayPal - MercadoPago